Desde que Dios acabó con su obra creadora en seis días, no ha habido ninguna especiación o creación de nuevos organismos. Todo se reproduce según su género. "Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día” (Éxodo 20:11).
La pregunta que nadie ha podido contestar es esta: ¿Cuál es el propósito de impulsar la legitimidad de los propósitos homosexuales y levantar una institución alternativa al matrimonio que destruye la institución legítima para los niños, y que no logra ningún bien social ni humano?
Toda tu vida, incluso tu educación, debe entregarse a Jesucristo para gloria de él. Si el servicio y la gloria de Dios no son el centro y mayor prioridad en tu vida, vas rumbo al fracaso.
Vivimos en un mundo de continuo odio y violencia. Aun algunos que profesan el cristianismo deciden emplear la fuerza y la violencia. Por lo tanto, ¿qué debe hacer el cristiano al que le preocupan la inmoralidad, la violencia, las clínicas de aborto, las drogas y el alcohol?
Dios estableció los principios científicos y mandó su uso correcto. Muchas veces Satanás los usa con un propósito malo, pero el cristiano debe servir a Dios con ellos donde se pueda. Los cristianos tienen que abstenerse de las tecnologías que arruinan la moral y destruyen la rela con Cristo.
El hombre es cuerpo, alma y espíritu. nuestra capacidad de desenvolvernos en el bien o el mal revela la imagen de Dios implantada en nosotros. El ejercer su capacidad de escoger determina si el hombre llegará a su llamado supremo o si descenderá a lo más bajo de la depravación moral.
El relato siguiente de cómo la Palabra de Dios recién traducida comenzó a cambiar las vidas de un pueblo de indígenas mexicanos es un ejemplo de lo que la Biblia puede hacer para mí, y para el mundo.
La veracidad y la historicidad de la Biblia han sido atacadas muchas veces. Pero la Biblia permanece aún después de tantos años, mientras sus acusadores han sido silenciados.
La evolución es una religión de muerte: defiende un proceso que requiere la muerte de multitudes de criaturas para que haya un desarrollo. Al contrario, la esperanza del cristiano radica en la destrucción de la muerte en el calvario. ¡Jesús es el ministro de la vida y de vida abundante!