Al estudiar lo que Jesús enseñó sobre las relaciones en el matrimonio, vemos que la ley de Cristo exige un corazón puro, un corazón fiel y único. La ley de Cristo nos revela que el matrimonio une a la pareja en una sola carne, y que esta unión queda firme mientras ambos vivan.
Las relaciones sexuales antes del matrimonio. ¿No es gran cosa, verdad? ¿O será qué tal vez sí importa? Dios habla definitivamente en cuanto al tema; ¿qué dice?
¿Es posible librarnos de la peste negra de la pornografía? Sí, es posible vencer por la gracia de Dios. Al igual que en las ciudades de Europa que lograron prevenir la peste negra, el costo es alto. Pero ¿cuál vale más: ¿vencer y pasar la eternidad con Cristo, o ignorar el mal y perder el alma?
Tenemos la costumbre de ver la niñez como un tiempo de inocente descuido, y olvidamos que el diablo está tan ocupado en tentar a los niños como a los grandes. Sigue una llamada a las madres a que cuiden bien la inocencia de sus hijas, tantas las pequeñas como las grandes.
Los deseos sexuales son creados por Dios. La legítima expresión de los mismos, dentro del matrimonio, es bello. Pero nuestra vieja naturaleza se inclina automáticamente a la fornicación. Pero, si fornicamos porque es parte de nuestra naturaleza, ¿cómo podemos dejar de hacerlo?