Será posible volver al buen camino después de haberse descarriado? Esta es una pregunta cargada. Y la respuesta es tanto SÍ como NO. ¿Cómo puede ser esto? Siga leyendo ....
Hoy tenemos la oportunidad de recibir esa blancura en nuestra alma. Dios desea hacer la obra en cada persona y nos da la invitación. Al que recibe la invitación de Dios, sus pecados le serán perdonados por medio de la sangre de Jesús. Serán emblanquecidos como la nieve y como la lana blanca.
¡Urgente! un cambio radical. Un terror al pecado y una entrega total a Dios: es tu decisión.
Cristo derramó Su sangre y murió por todos los pecadores. Dios ofrece el perdón de pecados y la vida eterna a todos. Entonces, ¿por qué no son salvos todos los hombres?
El evangelio del reino de los cielos
La única manera segura y veraz de entender qué es el pecado es por medio de consultar la Biblia, la Palabra de Dios para la humanidad pecaminosa. Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y clamamos al Señor Jesús, hallamos perdón y él nos limpia “de toda maldad” (1 Juan 1:9).
El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13
La cura que Dios ofrece hace mucho más que controlar la sed de alcohol. La cura de Dios seca la fuente de la problema: un corazón pecanimoso enviciado al pecado y al diablo.
Aprendemos mucho de la vida de los personajes bíblicos. Algunos tomaron decisiones sabias; otros no. En este libro enfocaremos los ejemplos negativos. Pero esto no es solamente para contar una historia interesante; es para buscar dirección moral para la vida.
La primera etapa es la salvación por gracia por medio de la fe en el momento en que creemos en Cristo, nos arrepentimos de nuestros pecados pasados y recibimos el bautismo con agua. La segunda etapa consiste en mantener nuestra condición de salvos por medio de mantener firme nuestra fe obedecer.
La salvación de un alma
¿Qué tal tu vida? ¿Estás preparado para encontrar a tu Rey?
Un estudio en cuanto a lo que escribieron los primeros cristianos en cuanto a la seguridad eterna.
Las señales de alto en la carretera son de bendición. Están para nuestro bien. Nunca me he arrepentido de haberme detenido ante una de estas señales. Y nunca me arrepentiré de prestarle atención a las señales de alto de Dios.
No me avergüenzo del evangelio