La generación perdida

Muchos han perdido su base espiritual y enfrentan la vejez y la muerte con inseguridad de su destino eterno. Aún puedes entregarle tu vida a Dios, quien te dará propósito y una razón por la cual vivir el resto de tus días. Puedes demostrar con tu vida lo que la mayoría de esta generación ha perdido

“Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará” (Números 32:23).

Moisés, el famoso líder judío, les dijo estas palabras a la tribu de Rubén y la de Gad. Moisés les aseguró que la obediencia a Dios les traería bendición, pero faltarle honra a Dios era pecado —pecado que los seguiría hasta la muerte—.

Un artículo que leí sobre el envejecimiento de la generación nacida después de la Segunda Guerra Mundial me recordó de la advertencia bíblica anterior. En esencia, el artículo decía que muchos de esta generación (generalmente las personas nacidas entre 1946 y 1964) están enfrentando o enfrentarán la vejez a solas. Entrarán en la vejez de aquí a quince o veinte años con pocos familiares, o ninguno, que cuiden de ellos. Se dice que esta generación posguerra niega la realidad respecto a su vejez y muerte.

El artículo instaba a cuidar de la generación mayor, “la cavidad más devastadora, social, económica y espiritual de las primeras décadas del siglo XXI”. El costo y carga pudieran ser devastadores para la economía.

La causa de la crisis que se aproxima sobre el cuido de los ancianos se debe en gran parte al estilo de vida de la generación posguerra. Esta generación se ha dedicado a la búsqueda de la prosperidad material y del placer. Se ha demorado en tener hijos, y tiene menos hijos si es que los llega a tener. Muchos están divorciados, casados por segunda vez o ni siquiera viven con su cónyuge. Las familias se dividen cada vez más. Muchos han optado por el aborto en vez de asumir la responsabilidad que Dios les ha dado de criar a sus hijos.

Muchos de los hijos sobrevivientes de esta generación ignoran a sus padres al seguir su ejemplo en la búsqueda de la riqueza y del placer. Muchos se han sumado al divorcio, la unión libre, las segundas nupcias y la creación de familias compuestas.

Conforme esta generación se jubile y necesite atención, muchos tendrán que enfrentar sus años de vejez a solas. Junto con los organismos gubernamentales, los hijos buscan hacer planes para brindarles atención a los ancianos, sin embargo, todos los planes del mundo no quitarán la soledad y el desaliento de la generación mayor. Muchos de esta generación han perdido su base espiritual y enfrentan la vejez y la muerte con decadencia e inseguridad de su destino eterno.

Si perteneces a esta generación y aún no le has dado la honra a Dios, ¿qué puedes hacer para prepararte para el futuro? No puedes regresar y vivir de nuevo tu vida, enfocando la voluntad de Dios y los valores de la familia. Sin embargo, aún puedes entregarle tu vida a Dios, quien te dará propósito y una razón por la cual vivir el resto de tus días. Necesitas arrepentirte de tus pecados, incluso del egoísmo que es la raíz de muchos de los problemas de esta generación, que hasta se le ha llamado la “generación del yo”. Necesitas unirte a una iglesia bíblica que te apoye y anime. Vas a querer mostrarle a la generación siguiente la vanidad de buscar el placer y el bien propio.

La Biblia es nuestra única fuente de esperanza para el futuro, incluidas la vejez y la muerte. “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:7).

Si eres de la generación posguerra y has vivido para el Señor, tienes una gran responsabilidad. Puedes demostrar con tu vida lo que la mayoría de esta generación ha perdido. Tu ejemplo del poder y amor de Dios aún puede guiar a algunos al arrepentimiento. Si ayudas a tu generación a volver a Dios, tienes un objetivo en tu vida.

¿Y qué tal las generaciones futuras? Sin dirección moral también serán una generación perdida. Aún puedes escoger ser un ejemplo vivo para que los jóvenes sigan el camino de Dios.

“Corona de honra es la vejez que se halla en el camino de justicia” (Proverbios 16:31).

De: Una mano amiga

Dettagli
Lingua
Español
Autore
Roger Berry
Editore
Maná Digital
Argomenti

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