Es de suma importancia que examinemos nuestra propia vida para determinar si existen características de los infiltradores. Si las hay, debemos confesar a Dios nuestro pecado. Que el amor por la iglesia de Cristo nos haga contender por esta fe que nos fue dada, y que perseveremos hasta el fin.
¿Era María, la madre de Jesús, una mujer santa? ¿Deberíamos estar orando a ella? ¿Qué enseña la Biblia? Hay buenas nuevas a continuacion: Tu puedes ser parte de la familia de Jesucristo.
Es lógico que los verdaderos amadores de Dios y de su Palabra quieran anunciar la palabra en la manera que Dios quiere que sea anunciada. Jamás querrán anunciar la Palabra de Dios en una forma que le deshonre. Entonces la pregunta es: ¿Qué piensa Dios de las mujeres en el púlpito?
La conducta piadosa y un estilo de vida disciplinado evita mucha enfermedad. Una conducta descarriada de una vida pervertida por la droga, el alcohol, la vida inmoral y estilos de vida alternos trae consigo enfermedades y el juicio de Dios. No toda enfermedad es por causa de pecado personal.
Elena estudiaba en el colegio. Tenía mucho talento y pensaba estudiar para abogada. Pero un día Elena quedó embarazada. Todavía le faltaba un año de colegio y después, la universidad. ¿Qué podría hacer ahora?
El cristiano no participa en la venganza, dejando todo en las manos de Dios. El amor de Dios nos capacita para responder en amor a cualquier mal que sufriéramos. ¡Que el Príncipe de Paz nos dirija siempre!
La doctrina “Jesús solamente” es la reaparición de una doctrina que fue enseñada en distintas formas durante la última parte del siglo dos y en el siglo tres de la era cristiana. La doctrina fue conocida como “monarquianismo”.
¿Ha experimentado la paz que Cristo da? Si no, arrepiéntase hoy y sea lleno de la paz que sobrepasa todo entendimiento. Si la ha experimentado, cuídela con toda diligencia, evitando las cosas que la estorban.
Si no fuera por Dios, nosotros estaríamos completamente perdidos, sin esperanza, y desamparados. “PERO DIOS” es fiel! Al interponerse Dios en la historia de los humanos, nos trajo la esperanza de salvación y su misma presencia y protección.
¿Será que uno de los errores más grandes que cometemos es creer que nosotros somos la razón de los grandes hechos de Dios? Lo que Dios ha hecho por nosotros, y su obra en nosotros, todo es para magnificar el nombre de Dios. Que el nombre de Dios sea santificado y honrado en nuestra existencia.