La cura que Dios ofrece hace mucho más que controlar la sed de alcohol. La cura de Dios seca la fuente de la problema: un corazón pecanimoso enviciado al pecado y al diablo.
¿Cuál es nuestro deber como seguidores de Jesús hacia las autoridades civiles? ¿Cuál debe ser nuestra actitud para con ellas? ¿Debemos en todo tiempo obedecerlas o existen casos en que necesitamos desobedecerlas? ¿A quién le debemos nuestra mayor lealtad?
La cultura de la muerte es una en que la dignidad de la vida se ha perdido, y en que se ha rechazado al Dios que nos hizo . Esta cultura se ha tomado el derecho de decidir quién debe nacer y cuando debe morir. Este mal arremete contra los principios que el Creador estableció para sus criaturas.
Al seguir a Cristo, a un cristiano no sólo se le enseña a evitar tomar la ofensiva, sino que incluso en lo que podría considerarse legítima defensa personal, responde superando el mal con el bien y amando a sus ofensores, al igual que Su amo.
Como seguidores de Cristo, tenemos el deber de guardarnos de los engaños y falsas ideologías. Debemos defender las verdades de Dios con cada oportunidad de testificar. Nuestro deber es amar a los que están engañados e invitarlos a la restauración en Cristo.
Un estudio de 1 Corintios 11, y por qué se debe practicar. Desde la creación, Dios estableció orden en la sociedad humana, y en honor a la posición que ella ocupe, la mujer cristiana se cubre la cabeza. Que aceptemos y practicamos esta eseñanza para la gloria de Dios.
Algunas personas creen que las mujeres cristianas no usan adornos. En verdad sí llevan adornos, pero no los adornos externos que lleva el mundo.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. Filipenses 2:3
La niñez es un período de inocencia. Enseñamos hábitos de modestia deliberadamente, pero de manera que no despierta demasiado la curiosidad del niño.
El camino a la victoria, la vida, y el éxito, está, al parecer humano, en dirección contraria a la que uno generalmente llevaría para adelantarse.
Muchos han perdido su base espiritual y enfrentan la vejez y la muerte con inseguridad de su destino eterno. Aún puedes entregarle tu vida a Dios, quien te dará propósito y una razón por la cual vivir el resto de tus días. Puedes demostrar con tu vida lo que la mayoría de esta generación ha perdido
La muerte… lo que a todo el mundo le espera, pero tan difícil de enfrentar para el ser humano. La muerte… tan implacable, y a veces tan inesperada. La muerte... dolorosa. A la vez, en el caso de los que mueren en Jesús, no tenemos que entristecernos como los que no tienen esperanza.