¿Qué es el hombre?

El hombre es cuerpo, alma y espíritu. nuestra capacidad de desenvolvernos en el bien o el mal revela la imagen de Dios implantada en nosotros. El ejercer su capacidad de escoger determina si el hombre llegará a su llamado supremo o si descenderá a lo más bajo de la depravación moral.

"¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria? (…)
Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo
coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear
sobre las obras de tus manos."
(Salmo 8:4-6)

Dios es soberano

El contexto de nuestra pregunta en el título de esta sección es la excelente gloria, poder, sabiduría y majestad de Dios (Salmo 8:1-5). La palabra “soberano” describe el hecho de que Dios es superior a todos los demás seres en poder, rango o autoridad. Dios es omnipotente (todopoderoso). “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía [de la nada]” (Hebreos 11:3). “Porque él dijo, y fue hecho; él mandó, y existió” (Salmo 33:9).

Dios es omnipresente: está presente en todo lugar. “¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?” (Jeremías 23:24; Salmo 139:7-8). No suceden cosas a un lado del mundo sin que Dios se entere porque él esté ocupado al otro lado del mundo.

Dios también es omnisciente: todo lo sabe. “Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí” (Salmo 139:4, 6).

Es fácil decir estas cosas, pero quedarse callado y reconocer la grandeza de Dios conscientemente es estar llenos de reverencia, asombro y adoración. Los animales glorifican a Dios cuando siguen su instinto y hacen aquello para lo que fueron creados. Sin embargo, el hombre es el único en el que Dios “sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7). Solo el hombre puede realmente adorar a Dios y gozar de compañerismo con él, lo cual es el propósito por el que Dios lo creó (Génesis 3:8-10). Es increíble pensar que un ser tan grande y eterno se haya dignado a bajar a nuestro nivel y amarnos (Salmo 136:23).

Cuando Adán les puso nombre a los animales, no se halló compañera ideal para él, así que Dios creó a la mujer. Hoy muchos rechazan el compañerismo humano y buscan el compañerismo con gatos, perros, hurones y hasta serpientes. Los animales tienen su lugar, pero una devoción excesiva hacia ellos es un afecto erróneo.

El hombre es mortal

“¿Será el hombre más justo que Dios? (…) He aquí, en sus siervos no confía (…) ¡Cuánto más en los que habitan en casas de barro, cuyos cimientos están en el polvo, y que serán quebrantados por la polilla!” (Job 4:17-19).

Satanás perdió su puesto como querubín (Ezequiel 28:13-17). Desde entonces, él ha procurado difamar y corromper la creación de Dios, especialmente al hombre como corona de la creación. En el mensaje a Job por medio de Elifaz (Job 4:12-16), Satanás presenta un cuadro del hombre como un ser débil e indefenso ante un Dios intolerante al que no se puede complacer. (Esta misma acusación de un “Dios injusto” fue presentada a Eva en Génesis 3:1-5). Esta es la actitud del hombre cuando ha rechazado a Dios. Solamente en Cristo puede el hombre disfrutar de “una salvación tan grande” y gozar de una amplia entrada en el reino eterno (Hebreos 2:3; 2 Pedro 1:11). ¡Dios es bueno!

En contraste con sus “amigos”, Job da expresiones notables de fe en un Redentor personal. “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne [cuerpo inmortal] he de ver a Dios” ( Job 19:25- 26). Véase también Lucas 24:39, Hechos 1:11 y 1 Corintios 15:44.

El hombre es como la hierba, vive por un momento y luego desaparece. “Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán” (Salmo 37:2).

Al comparar al hombre con Dios, el hombre es tan pequeño, imperfecto y vulnerable en este mundo pacminoso.

En cambio, Dios tiene poder para “hacer callar al enemigo y al vengativo” [de nuestras almas] (Salmo 8:1-3). Él está al tanto de nosotros y, después de la caída del hombre, proveyó un plan de salvación, dando a Jesús como nuestro Salvador (Apocalipsis 13:8, Job 14:15). La humanidad secular también puede aprovechar los recursos de la creación de Dios, pero es únicamente en Cristo que experimentamos completa paz y satisfacción en nuestra vida personal, en el hogar y en la iglesia.

Dios entonces puede coronar al hombre “de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies” (Salmo 8:5-6). “Hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:19).

Paganismo evolutivo

En el antiguo relato de Gilgamesh, el “génesis babilónico”, se halla un típico origen pagano del hombre. Esta historia tomada de tablillas de arcilla cuenta de dioses que luchaban. Cuando mataron a uno de ellos, de su cuerpo crearon la tierra y de su sangre crearon al hombre.

Estas historias nos pueden parecer absurdas; sin embargo, el panteísmo (la creencia que hay dioses en la naturaleza) ha sido una creencia humana predominante a través de la historia. También hoy, algunos intelectuales vuelven a creer que el ambiente es un cuerpo vivo y lo adoran en las religiones orientales como “Ghia”. Esto coincide con la mentalidad evolucionista de que los dioses luchadores representan las fuerzas de la naturaleza que luchan por formar el universo.

La verdadera visión del mundo natural es que Dios es trascendente y obra en su creación. Él no es en sí la creación. En el sistema de creencias paganas y evolutivas, la materia es eterna, en lugar de Dios eterno; es el origen y fundamento de todas las cosas. Ellos creen que este mundo material cada vez está evolucionando, dejando atrás el caos para avanzar hacia un futuro perfecto. Recientemente sus campañas están destinadas a salvar el planeta. Muchas aves y animales están en peligro de extinción, lo que se atribuye a la interferencia humana.

El secularista cree que el cuerpo humano no es más que unos kilos de carne y hueso de la especie Homo sapiens. Químicamente, el cuerpo está compuesto mayormente de átomos de carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno. Cerca del 60% de estos átomos se encuentran en las moléculas de agua, H2O. Aunque estos elementos representan un costo insignificante, su organización y función en el cuerpo no tienen precio y tampoco pueden ser reproducidas. Los científicos hoy han visto el códigode nuestro ADN y aún más allá. La información genética en el ADN del núcleo de cada célula en nuestro cuerpo desafía la idea de un origen natural aleatorio. Si escribiéramos los símbolos ordenados de un solo genoma en libros, llenarían 2.000 volúmenes para los que se necesitarían una repisa de la longitud de un campo de juego. En el principio, Dios escribió perfectamente en su libro el código original de vida de cada organismo, planta y animal (Salmo 139:14-16). Las mutaciones se han acumulado desde que el hombre cayó en el pecado.

Al examinar cualquier parte del cuerpo humano, sea el ojo o el oído, notamos un milagro en su forma y función. Charles Darwin, quien popularizó la idea de la evolución, una vez dijo que sentía escalofríos al pensar en la complejidad del ojo. Escribió: “Confieso que es sumamente absurdo pensar que el ojo, (con tantas partes diferentes que funcionan en conjunto) (…) podría haber sido formado por la selección natural”.

Pero, con mucho hablar, él hizo que lo imposible fuera posible, lo posible, probable y lo probable, cierto. Esto revela la rebelión de Darwin al rechazar a su Dios Creador. (Él estudió como teólogo, no como científico). Algunos científicos han dicho: “La única alternativa a la evolución natural es la creación, y eso es inconcebible”. Un científico declaró que, si la creación fuese verdad, sería mejor para él buscarse un trabajo como conductor, ya que su educación habría sido una farsa.

Hecho “a imagen de Dios”

El registro de la Biblia se diferencia de los relatos de origen pagano puesto que es el registro histórico, verdadero y moral de la obra de Dios en el mundo real. Las Escrituras describen a Dios y al hombre como seres trinos. Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Esta pluralidad de Dios se muestra en las Escrituras hebreas cuando Dios dijo en la creación: “Hagamos al hombre a nuestra imagen” (Génesis 1:26).

El hombre es cuerpo, alma y espíritu. Esto se indica en la expresión: “Y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible” (1 Tesalonicenses 5:23). También poseemos intelecto, emociones y voluntad, que es la capacidad de escoger. Dicha capacidad muchas veces es una elección entre lo que sabemos que es correcto (lo que dicta la conciencia) y lo que sentimos (nuestra carne).

Esta elección determina si el hombre llegará a su llamado supremo o si descenderá a lo más bajo de la depravación moral, aun por debajo de la conducta animal. Los animales actúan por instinto, pero nuestra capacidad de desenvolvernos en el bien o el mal revela la imagen de Dios implantada en nosotros. “Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo” (Salmo 82:6 y Juan 10:34).

El llamado supremo presentado al hombre en la creación es: “¡Hay trabajo que hacer!”

“Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread (…) en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:28, Salmo 8:6). Este mandato es la autorización para la minería, ganadería, el desarrollo de la medicina y el uso del conocimiento para el desarrollo tecnológico.

Sin embargo, cuando el hombre usa estos recursos con orgullo y con propósitos egoístas, trae mucha tristeza y destrucción al mundo. El mundo natural fue creado para el bienestar del hombre y la gloria de la sabiduría y el camino recto de Dios (Salmo 145:17).

Fuentes: La Biblia – la Palabra de Dios; Doctrine of the Bible (Doctrina de la Biblia) – Daniel Kauffman (dual nature [doble naturaleza]); The Troubled Waters of Evolution (Las aguas agitadas de la evolución) – Henry Morris (Babylonian Genesis [El génesis babilónico]); The Human Body: An Intelligent Design (El cuerpo humano: un diseño inteligente) – Gillen, Sherwin & Knowles (The Eye [El ojo]); Not by Chance (No por casualidad) – Dr. Lee Spetner (DNA[ADN])

De: Una mano amiga

جزئیات
زبان
Español
نویسنده
Elvin Stauffer
ناشر
Maná Digital
موضوعات

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