Mientras escribo esto, el mundo se tambalea por el COVID-19, también conocido como coronavirus. Mi esposa y yo nos encontrábamos a 4.000 kilómetros de casa cuando golpeó la crisis. En un mes, ya no era el problema de un país, sino que se había convertido en una amenaza mundial.
La sanidad
Las promesas de Dios y el coronavirus
La conducta piadosa y un estilo de vida disciplinado evita mucha enfermedad. Una conducta descarriada de una vida pervertida por la droga, el alcohol, la vida inmoral y estilos de vida alternos trae consigo enfermedades y el juicio de Dios. No toda enfermedad es por causa de pecado personal.